Algas en la piscina
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Hay una cosa que todo propietario de una piscina desearía evitar: la fuerte acumulación de algas en forma de algas flotantes, algas filamentosas y algas verdeazuladas, que se produce a pesar de haber gastado mucho dinero en la piscina y en la tecnología asociada. Las algas no sólo son antiestéticas, sino que perjudican considerablemente la calidad del agua. Pueden aumentar considerablemente el valor del pH del agua, lo que puede provocar averías relacionadas con la corrosión de bombas y tuberías. Sin embargo, usted no está indefenso ante esta plaga de algas. Hay varias formas de hacer frente a este problema. Aunque estos métodos difieren entre sí, la base en cada caso es un filtro HEPA que filtra las partículas gruesas. En las piscinas suelen instalarse filtros de arena o filtros de lavado a contracorriente, que se acoplan a la correspondiente bomba de agua. Estos accesorios para piscinas consiguen una limpieza básica de la piscina, pero no proporcionan una protección eficaz contra la infestación de algas, ya que éstas son demasiado finas para ser aspiradas por estos filtros.
DESINFECCIÓN CON PRODUCTOS QUÍMICOS
Para conseguir un agua de piscina realmente cristalina, se necesita un desinfectante. Existen métodos químicos y físicos, siendo el cloro el más conocido de los métodos químicos. La desinfección del agua con cloro tiene el inconveniente de que aumenta el valor del pH del agua, por lo que hay que utilizar reductores del valor del pH. Además, a menudo se utilizan otras sustancias químicas como los floculantes. Estas sustancias tóxicas están presentes de forma permanente en el agua de la piscina y evitan la formación de algas durante un periodo de tiempo más largo (efecto depósito). No hay que olvidar que el desinfectante también puede ser peligroso para las personas: Los niños pueden beber el agua accidentalmente y es perjudicial para los ojos y la piel. También tiene desventajas ecológicas de gran alcance: El agua de piscina desinfectada con cloro y otros productos químicos es un residuo peligroso y debe eliminarse de forma especial. Por tanto, es imposible utilizar esta agua como alternativa, por ejemplo, para regar el jardín.
DESINFECCIÓN ECOLÓGICA Y ECONÓMICAMENTE COMPATIBLE CON LUZ UV-C
Una forma de desinfección del agua de una piscina a la que se ha prestado poca atención hasta la fecha es la desinfección física, que consiste en tratar el agua con luz UV-C. En esta variante, se coloca un sistema UV-C entre el filtro y el agua de la piscina. Este sistema ilumina el agua con una potente potencia UV-C, que descompone el ADN de las algas de forma selectiva, volviéndolas inofensivas o inactivas. El resultado es un agua desinfectada sin algas ni bacterias, que puede utilizarse como agua de piscina sin ningún tipo de preocupación. Sin las desventajas de uno de los procesos químicos y desde un punto de vista ecológico, el agua desinfectada puede utilizarse posteriormente para regar el jardín sin problemas. Al mismo tiempo, este proceso resulta rentable, ya que a largo plazo es bastante más barato que el uso de diversos productos químicos. Con el método UV-C, el propietario de la piscina sólo es responsable de comprobar permanentemente el valor del pH, ya que la lluvia ácida, por ejemplo, puede llevarlo a un rango desfavorable. Esto puede dañar la piscina y la tecnología asociada.
EL SUEÑO DE UNA PISCINA CRISTALINA
Todo propietario de una piscina desea tener una piscina con agua cristalina que sea un punto de atracción visual en el jardín y que guste tanto a los niños como a los adultos, sin demasiado esfuerzo y con una clara conciencia ecológica. Con la ayuda del eficaz proceso de desinfección UV-C, este sueño se hace realidad.