Trinkwasseraufbereitung: Sicheres Wasser für den täglichen Bedarf

Tratamiento del agua potable

Escrito por: Jens Wipprich

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Tiempo de lectura 3 min

Para los seres humanos, el agua potable es un elixir de vida que consumimos a diario. Por este motivo, una alta calidad del agua es de vital importancia. Especialmente para las personas autosuficientes y autónomas, el miedo a las enfermedades e intolerancias suele ser elevado. Sin embargo, con el tratamiento adecuado del agua, esto es completamente infundado.

Consejos para el éxito del tratamiento del agua potable

Para tratar con éxito el agua potable, es importante conocer las distintas opciones de filtrado. Por ejemplo, si hay bacterias e-coli en el agua, es necesario un sistema UV-C; si el agua está turbia, ayuda un filtro HEPA, y si hay productos químicos a base de hidrocarburos en el agua, es esencial un filtro de carbón activado. Esta lista puede ampliarse para incluir la descongelación y la descalcificación: el filtro de descongelación en particular es un filtro que rara vez se necesita y se utiliza principalmente para mantener alta la transmisión UV-C del agua y, por tanto, la eficacia del sistema UV-C. En general, se recomienda que los autoabastecedores instalen un filtro de carbón activo y un filtro HEPA en combinación con un sistema UV-C para hacer justicia a la calidad cambiante diaria del agua de origen. Dependiendo de la procedencia del agua, el clima influye en varios aspectos. Un muy buen ejemplo es la turbidez del agua antes y después de fuertes lluvias o después de que la nieve se haya derretido. Un aspecto importante de los sistemas UV-C es la temperatura del agua, ya que las bacterias y los gérmenes se desarrollan menos rápidamente a temperaturas frías que a temperaturas cálidas. Por ello, la cadena de tratamiento del agua debe estar siempre preparada para situaciones desfavorables. Si llegan a entrar en el pozo hidrocarburos como disolventes y acetonas, es una gran ventaja disponer de un filtro de carbón activado.

ANÁLISIS CUIDADOSOS DEL AGUA

Para comprobar la calidad del agua, es posible analizar el agua de origen. La prueba de turbidez es la más sencilla, ya que se puede reconocer a simple vista si se necesita o no un filtro de partículas. La prueba de la dureza del agua también puede realizarse sin conocimientos previos, aunque se requiera un kit de análisis especial. Sin embargo, los análisis de sustancias químicas o bacterias y gérmenes, que están contenidos incluso en el agua más clara pero no pueden reconocerse a simple vista, son problemáticos. Por eso sólo se realizan en laboratorios. Si el agua está contaminada de este modo, provoca rápidamente enfermedades en personas con sistemas inmunitarios débiles, como niños y ancianos. Por esta razón, por ejemplo, el valor límite para la bacteria e-coli en la Ordenanza de Agua Potable es 0.

ELEGIR EL FILTRO ADECUADO Y LAS OPCIONES DE DESINFECCIÓN

Una vez seleccionados los filtros adecuados, es importante instalarlos en el orden correcto. Los filtros HEPA se instalan en primer lugar, ya que su función mejora tanto la eficacia de los demás filtros como su longevidad. Al igual que los filtros de carbón activo, los filtros HEPA deben instalarse antes de cualquier caldera presurizada para que no se contamine. En cambio, un sistema UV-C debe instalarse siempre después de una caldera presurizada. La razón es que, a diferencia de productos químicos como el cloro, la luz UV-C no protege el agua de forma permanente. En términos técnicos, el cloro tiene un efecto de depósito, lo que significa que, aunque protege el agua de gérmenes y bacterias durante varios días, tiene el inconveniente de que se consume con el agua. El agua tratada con cloro no puede calificarse de agua sana. Esto es fundamentalmente diferente con UV-C, ya que el agua sólo se trata dentro del sistema y está libre de gérmenes después del tratamiento. Si esta agua sana se introduce ahora en el depósito presurizado, donde el agua permanece de 1 a 5 días, pueden formarse nuevas bacterias y gérmenes. El trabajo del sistema UV-C sería entonces en vano.

VÍAS SEGURAS PARA EL TRATAMIENTO INDEPENDIENTE DEL AGUA POTABLE

Si tiene en cuenta estos consejos y directrices, el tratamiento independiente del agua potable no es peligroso ni complicado. Más bien, es preferible que la gente encuentre formas de tratar por sí misma el agua potable clara y saludable, tanto para la nutrición como para la higiene.