Instalación autónoma

Un sistema de desinfección UV-C siempre es el último eslabón en una cadena de tratamiento de agua, ya que se debe mantener el camino hacia el punto de extracción lo más corto posible. En particular, los filtros de agua ofrecen condiciones ideales para la colonización por bacterias. Por lo tanto, el agua recién desinfectada volvería a contaminarse si después de pasar por el sistema UV-C continuara a través del circuito de agua potable. También, los tanques de presión siempre deben instalarse antes de los sistemas UV-C.

Se recomienda una monitorización de la vida útil para todos los usuarios que no dejan el sistema encendido permanentemente. Se recomienda cambiar la lámpara cada 10,000 horas, ya que el fabricante no garantiza el rendimiento más allá de ese tiempo, es decir, la cantidad de dosis de radiación UV-C necesaria para una desinfección segura.

Por diversas razones técnicas, el sistema UV debe estar encendido de forma continua:
1.) El sistema UV necesita aproximadamente 1 minuto para alcanzar su máxima potencia.
2.) Al encender la lámpara se requiere aproximadamente tanta energía como para el funcionamiento durante dos horas.
3.) Cada ciclo de encendido y apagado afecta la vida útil.

La correcta dimensionación de las instalaciones no se basa en el consumo máximo diario, sino en el pico máximo esperado, y por lo tanto depende de la capacidad de la bomba.

Es importante asegurarse de no utilizar fuentes de alimentación con voltaje pulsado, ya que esto puede causar daños irreparables al sistema.

Sí, es posible. Sin embargo, siempre se recomienda el uso de una batería para encender la lámpara. Además, siempre se debe utilizar un regulador solar.

No, recomendamos reactores de flujo, ya que así se define exactamente la distancia máxima entre el agua a desinfectar y la lámpara UV-C. Un sistema de desinfección de tanques solo puede garantizar una desinfección completa si tiene una recirculación previamente calculada. Además, los reactores de flujo son significativamente más eficientes.